Bitácoras 2017
Y ahí estábamos, solos, perdidos, deseperados, cuando de pronto llegó un ser desconocido, me pregunté, ¿por qué llega otro desconocido más?, ¿a caso 32 desconocidos en plena ocuridad no es suficiente?, pero este nuevo ser era diferente, tomó las riendas del lugar y empezó a leernos, hablarnos del poder de la palabra, del idioma, del lenguaje en general, todos estabamos asombrados, aquél ser seguía leyendo, varios tuvimos la valentía de dar nuestra opinión, todos maravillados escuchábamos en silencio, fue un gran momento.
Este ser nos invitó a conocernos entre sí, lo cual nos asustó mucho, todos estábamos perdidos buecando una pareja, yo me hice con la chica menos esperada, pero no puedo negar que fue una buena media hora, nunca pensé abrirme tanto con alguien y menos con ella, al tiempo regresamos a ese oscuro lugar, y aquél ser ya no estaba, así pasaron los días, hasta que de nuevo llegó aquél ser, nos invitó a subirnos a una enorme piedra y leer para los demás lo que habíamos creado... Así fuímos subiendo uno por uno... Unos lloraban, otros reían, muchos hasta temblaban, esto tardó varios días y cuando por fin terminamos aquél ser nos orientó, nos puso a trabajar, a construir una gran máquina que tardará todo un año y que será indispensable para salir de ese oscuro lugar y llegar a la cima de la montaña.